sábado, 1 de septiembre de 2007

Entablando una buena comunicación

Entablando una buena comunicación con su hijo adolescente Muchas veces, más de las que se cree, el único secreto para mejorar la relación con su hijo adolescente sería fomentando la buena comunicación. En esta nota, algunas sugerencias para que, como padre, tome la iniciativa

Para mejorar la relación con su hijo adolescente, siempre será fundamental que mantenga abiertas todas las líneas de comunicación. Debe saber, por supuesto, que muchas veces la actitud de los adolescentes puede ser desafiante, en el mejor de los casos, y frustrante en el peor.

Sin embargo, sin una buena comunicación, todo podría empeorar aún más, y por ende, sería más dificultoso de reparar. Debajo le ofrecemos algunas sugerencias para conseguir mejor la comunicación con su hijo adolescente.

La importancia de establecer bases y principios

Encuentre un momento de calma propio y en su hijo adolescente, y siéntese junto a él para escribir qué tipo de comportamiento será aceptable e inaceptable cuando confronten sus problemas. El abuso físico y/o verbal debe estar en el tope de la lista de los inaceptables. Si las cosas se empiezan a poner mal, otórguense a ambos una oportunidad para el descanso; cada parte podría permitirse tomarse unos diez minutos para alejarse del otro. Recuerde, las reglas corren para ambos. Los adolescentes son muy hábiles para precisar cualquier regla que usted haya roto.

Escuche antes de hablar

Si bien es relativamente fácil convertirse en un padre consejero cuando los adolescentes llegan a nosotros con algo que los está incomodando, muchas veces, ellos solo desean ser oídos y no concurrir a una conferencia. Resista la tentación de ofrecer siempre sugerencias de cómo resolver sus problemas. Créalo o no, a veces los adolescentes solo necesitan saber que sus problemas son importantes para nosotros, que estamos atentos a sus vidas y a los obstáculos que deben sortear en las mismas.

Una respuesta común es "ojalá mis problemas fueran así de pequeños" o algo por el estilo, pero los padres deben saber que para cada edad, los problemas tiene una significación distinta. Otro tipo de respuesta habitual, es "la solución total a esos problemas es actuar de x forma…", olvidándose que los tiempos cambian y muchas veces nuestra experiencia de adolescentes no se aplica en la actualidad.

Si los chicos solo tienen como respuesta frases de ese estilo, ellos cerrarán su boca rápidamente y serán renuentes a hablar con usted la próxima vez que tengan una dificultad.

Recuerde no minimizar sus sensaciones

Como padres, nuestras responsabilidades diarias pueden eclipsar rápidamente lo que consideramos problemas triviales y sencillos que experimentan nuestros adolescentes. Pero los problemas de nuestros hijos adolescentes son realmente muy importantes para ellos. Diciéndoles que sus problemas no son nada en comparación con los suyos, solo reafirmará en ellos la creencia de que usted no tiene ningún deseo de entender sus vidas. Al igual que los adultos, muchos adolescentes solo necesitan a veces a alguien que valide lo que ellos están sintiendo. Otórgueles una buena atención cuando le hablen de lo qué les está sucediendo con sus amigos y actividades.

Diciéndoles "entiendo cómo se siente eso" o que usted "también odia cuando le sucede eso", podrá demostrarles genuinamente que comprende cuales son sus sensaciones, y cuan importantes son estas.

Deles la oportunidad de hablar libremente

¿Le es fácil decirle a su hijo adolescente, que se siente a hablar con usted, y luego aguantar lo que él tenga para decirle? Usted ha hecho su trabajo de pedirles que les confiesen sus pensamientos, sensaciones, aspectos humanos; ¿por qué entonces le sorprende que ellos le den sus propias opiniones sobre algunas cosas? Demuéstreles, por ejemplo, que pueden sentirse libres para decirles cuales son sus ideas y pensamientos con respecto a todo, aunque siempre de una manera respetuosa.

Guardando la calma y manteniendo la comprensión, podrá enseñarles no solo a comportarse de esa forma, sino que además les enviará un mensaje de que comportamiento es aceptable para discutir problemas y cuál no lo es.

Hágalo sentir cómodo

Demuéstrele a su hijo adolescente que cada charla que deba tener con usted no tiene por que ser una dura e importante prueba. Maneje el clima de la conversación, y sea lo más tolerante posible. Castigar a un adolescente después de haber mantenido una fuerte discusión, solo provocará en ambos un fuerte resentimiento, por lo que el castigo debe contemplarse como una opción, pero la última de todas.

Tenga en cuenta que es aceptable discrepar, si se hace con respeto, ya que además, muy posiblemente, se llegará de esta forma a algún punto de acuerdo. Tómese un tiempo para reflexionar sobre las acciones que llevará a cabo si se siente muy tenso, o podría arrepentirse de lo que haga. Cuando se sienta listo, asegúrese de que su adolescente sepa muy bien que es su comportamiento lo que lo ha disgustado, pero no él.

Comprender y animar a los adolescentes es uno de los trabajos más difíciles que como padres debemos hacer en nuestras vidas. Por eso, mantener las vías de comunicación abierta será clave para fomentar una buena relación con nuestros hijos adolescentes.

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